Especial postres con vino
Respecto a qué vinos escoger para las recetas, recuerde siempre el consejo de los mejores cocineros: jamás cocine con un vino que no querría disfrutar en una copa ya que de la calidad del mismo va a depender el sabor final del plato, en este caso de postre, que se realice.
Los postres con vino son originales, se salen de lo habitual y son una fantástica opción cuando hay invitados, pero también para disfrutar en casa cualquier día. Las tres recetas seleccionadas son muy fáciles de cocinar y no requieren de mucho tiempo ni de elementos fuera de lo común para su elaboración, por lo que son aptas para cocineros principiantes.
Especial postres con vino. Bizcocho de chocolate con vino tinto
Este bizcocho de sabor fuerte es ideal para acompañar una merienda o para ofrecer a invitados a media tarde. Su sabor es diferente a otros bizcochos clásicos y su apariencia es muy esponjosa, recordando a la de los brownies. Dado que resulta bastante intenso, se deben de servir raciones pequeñas para evitar empalagar.
Ingredientes: 200 gramos de harina, 4 huevos, 150 gramos de mantequilla, 250 gramos de azúcar, un vaso de vino tinto, 160 gramos de chocolate negro de fundir, 60 gramos de cacao en polvo, un sobre de gasificante y azúcar glas.
Preparación: En el microondas se funde el chocolate y también la mantequilla. Se mezcla la mantequilla con el azúcar y se añaden los huevos batidos previamente. Se incorpora el cacao el polvo, el vino tinto y el chocolate fundido, mézclelo bien y añada despacio la harina mezclada con el gasificante y tamizada. Asegúrese de que no queden grumos y vierta en un molde para horno.
El tiempo de calentamiento del horno y de cocinado dependerá de cada modelo debiendo de emplear los programas habituales para realizar bizcochos. Estará listo cuando, al pincharlo, el tenedor salga limpio. Una vez listo y ya frío se desmolda y se decora con el azúcar glas.
Helado de nata y vino tinto
Sorprendente, refrescante y con un sabor muy original, este helado será el toque especial en cualquier comida o cena dejando a sus invitados con un agradable sabor de boca.
Ingredientes: Una botella de vino tinto joven, 400 ml de nata para montar, una lata de leche condensada y un palo de canela.
Preparación: Ponga el vino junto con la canela al fuego para reducirlo. Debe de estar a fuego lento al menos tres cuartos de hora revolviéndolo de vez en cuando. Una vez listo deje que enfríe a temperatura ambiente y resérvelo.
Monte la nata utilizando una batidora para repostería y añada la leche condensada y la reducción de vino. Continúe batiendo hasta obtener una mezcla muy cremosa y póngala a congelar protegida por un film de cocina. Debe de remover la crema cada tres cuartos de hora aproximadamente mientras se hace el helado para que no quede duro.
Este helado se puede hacer también con vino blanco si se prefiere el sabor. Cada persona tiene sus preferencias respecto a qué vinos son más adecuados para esta receta, pero los jóvenes suelen ser los que ofrecen resultados al gusto de la mayoría.
Borrachinos de vino blanco
Esta deliciosa receta es una fantástica manera de aprovechar el pan que ha quedado del día anterior y convertirlo en algo delicioso y sorprendente. Un postre que podrá hacer en cualquier momento porque solo lleva ingredientes habituales en cualquier hogar.
Ingredientes: 200 gramos de miga de pan, ¼ litro de vino blanco, 4 huevos, ¼ kg de azúcar, canela al gusto y aceite abundante.
Preparación: El primer paso consiste en deshacer bien el pan y separarlo en un plato. En un cuenco grande se baten dos huevos con una cucharada de azúcar y cuando están bien ligados se añade el pan. Debe de mezclar bien los ingredientes hasta que el pan quede suficientemente empapado como para poder darle forma de pequeños buñuelos. Se pone a calentar aceite abundante en una sartén. El aceite de oliva dará un sabor más intenso al pan y el de girasol resulta más neutro, así que se debe escoger en función de los gustos. Se fríen los buñuelos y se van colocando en una cazuela.
Mientras se fríen los buñuelos se prepara un jarabe con medio litro de agua, el vino, el azúcar y un palito de canela. Se deja hacer a fuego lento revolviéndolo con frecuencia. Una vez listo el almíbar, lo vierte sobre los buñuelos y deja que se cocinen a fuego lento aproximadamente media hora. Pueden servirse fríos o calientes.
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